UN
MENSAJE EMBOTELLADO
En
el invierno del año 1876, en la costa Ártica, un grupo de pobres
pescadores argentinos estaban desesperados por conseguir algo de
comida y de dinero, así que, soltaron amarras hacia alta mar. Una
vez lejos de la costa, donde ya apenas había visibilidad por la
abundante bruma; de repente, el vigía, desde la cofa gritaba:
-¡Virar
hacia la izquierda para atracar en Nunca Jamás!
-¡Entendido
vigía! –decía otro bucanero.
Después
de atracar en Nunca Jamás los tripulantes cenaron y después, el
Almirante ordenó a todos los grumetes ir a sus camarotes a dormir.
En
plena noche… la tripulación se despierta y corren a avisar al
Almirante todos asustados:
-¡¡Sr.
Almirante, sr. Almirante!!corra, y mire hacia el cielo.
En
el cielo se había formado una tormenta y un remolino de color verde,
al poco tiempo, se empezaron a oir voces profundas y con un eco que
cada vez asustaba más a la tripulación.
La
temerosa voz decía:
Iros
de mi territorio… este es mi lugar y nadie me lo arrebatará.
Alejaos si no queréis sufrir las consecuencias…..
A
partir de ese momento, la tripulación no pudo dormir más, cada
minuto que pasaba se les hacía eterno y a pesar del miedo que
tenían, todos estaban de acuerdo en una cosa:
Esas
voces, solo podían ser………..¡De la Malvada Bruja Blanca de
Nunca Jamás!
Cuenta
la leyenda que en 1732 esa bruja acechó a un barco pirata, y al ver
que no se iban, la bruja les atacó con tormentas de hielo e hizo que
el barco naufragase.
La
tripulación tenía en cuenta la leyenda, pero jamás creyeron que
les iba a ocurrir a ellos.
Y,
a las 13h. de estar allí les ocurrió una desgracia. El barco había
naufragado. Pero los pescadores, antes de fallecer ahogados, lanzaron
al frío mar un mensaje embotellado que traía.
Con
este mensaje quiero decirles a los marineros que vengan aquí a
pescar que se anden con cuidado con la Malvada Bruja Blanca.
Muchas gracias Ana soy Clau,
ResponderEliminarAunque Celia y Mar hicieron unos relatos geniales.
Soy Aroa:
ResponderEliminarMe ha encantado el cuento.